viernes, 2 de noviembre de 2012

POR QUÉ SISTEMATIZAR LAS EXPERIENCIAS



 

LA SISTEMATIZACIÓN
 

La producción de conocimiento en América latina ha sufrido un proceso complejo sujeto a las dinámicas de las relaciones de poder que han estado presentes incluso desde la colonia. Por tanto, estas dinámicas se han renovado por diversos motivos  hasta hacerse evidente “una fuerza dominante en la región”. Desde entonces  EEUU no ha dejado  sus intereses en la zona, sentando las bases de una nación que se ha caracterizado  como el “adalid del capitalismo”. En este espacio Colombia no ha sido indiferente a las pretensiones norteamericanas, que ante el temor de una “nueva cuba”, la ha visto como terreno fértil para iniciar su influencia de manera multilateral en los ideales capitalistas, especialmente en el agro y la educación, con propósitos  en toda la región latinoamericana, con  la famosa “alianza para el progreso”.

En cierta forma estas coyunturas han direccionado el desarrollo de estas naciones, embelesados en las bondades capitalistas, han emergido de un contexto rural a uno progresivamente urbano y al mismo tiempo de una población mayoritariamente analfabeta a unas campañas generales que cambió de gran manera esta situación. Todo esto con la concientización de la educación como componente fundamental en la producción de riqueza. Al tiempo del desarrollo educativo con una población más educada, aunque,  también alienada, se fueron presentando “las sistematizaciones de experiencias”. En  la décadas de los 50 a los 60 la influencia norteamericana  pregonaba el método aséptico y el térmico “sistematización” se centraría en “recuperar, ordenar, precisar y clasificar el saber al servicio social para darle un carácter científico- técnico” y luego,  padeció la influencia directa de los norteamericanos con la comentada “alianza para el progreso”. Posteriormente en los 60 se presenta la educación popular con el nombre inicial de “la pedagogía de la liberación” donde “el término “sistematización” acompañó ese recorrido hasta nuestros días” y Freire en los 70 fue referenciado por los educadores por sus labores articulados con los programas sociales y políticos con la educación. En los ochentas y noventas se evidenciaron múltiples experiencias educativas a largo plazo en toda la zona, al igual comienza el interés  por conocer, analizar, caracterizar, y debatir todas estas experiencias.

Como es de suponerse en un comienzo los fenómenos estaban influenciados por “los ideales positivos” propios de la modelación norteamericana que seguían en boga, incluso en los modelos educativos, situación que limitaba el estudio concienzudo de los fenómenos, por tanto había una investigación de las experiencias pero de una manera “reducida”, que implicaba una mirada desde un punto externo con la intención de no inmiscuirse en los procesos, para, según sus lógicas, no alterar la investigación o no contaminarla. “La sistematización” tiene otra lógica en su investigación, y lejos de la no participación de los sujetos, hay una intencionalidad diferente como integrante directo de los procesos, con el fin de interpretar de primera mano los resultados que se generan, así, consiguiendo con la sistematización una participación crítica que generan nuevos conocimientos y al mismo tiempo con la descripción de los procesos, apropiándose de los saberes.

En la historia de la humanidad, “el conocimiento” ha servido como elemento coercitivo en “las  relaciones  de poder”, que han provocado los acostumbrados monopolios  de las multinacionales dejando a los países subdesarrollados en su condición de pobreza. La sistematización como inspiración de los mismos procesos sociales, con  la manifestación de múltiples miradas, democratiza el conocimiento, en lugar de reducirlo a unas pocas manos evitando el reduccionismo que tanto daño ha ocasionado.

Siendo conscientes de la importancia de la sistematización como proyecto de desarrollo, las comunidades se apropiarían de sus conocimientos al hacerlos explícitos con el apoyo de sus pares, organizando los procesos que han logrado edificar en el tiempo, prestándose a las múltiples miradas de los interesados que al mismo tiempo aprovecharían para optimizar sus procesos. En este caso los procesos deben mantener una mirada reflexiva y crítica desde diferentes perspectivas y reconocer las diferentes visiones de mundo para no caer en el error egoísta y discriminatorio con  que el “criterio positivista” manipuló el conocimiento como medio represivo en la historia. Respecto a las experiencias de los docentes en el aula que se van acumulando exitosamente, como “experiencias pedagógicas” deben organizarse y sistematizarse, y así mismo los docentes deben recurrir  y leer las experiencias de sus pares, con el fin de ir mejorando sus competencias en el aula, responsabilidad que todo docente debe tener presente.                 

 

BIBLIOGRAFIA

·         DE SOUZA, Joao Francisco. La Sistematización, un instrumento pedagógico en los proyectos de desarrollo sustentable.

·         HOLLIDAY, Oscar Jara. La sistematización de experiencias: Un concepto enraizado en la realidad latinoamericana.

·         HOLLIDAY, Oscar Jara. La sistematización y los nuevos paradigmas del conocimiento y el saber.