LA
SISTEMATIZACIÓN
La
producción de conocimiento en América latina ha sufrido un proceso complejo
sujeto a las dinámicas de las relaciones de poder que han estado presentes
incluso desde la colonia. Por tanto, estas dinámicas se han renovado por
diversos motivos hasta hacerse evidente “una
fuerza dominante en la región”. Desde entonces EEUU no ha dejado sus intereses en la zona, sentando las bases
de una nación que se ha caracterizado como
el “adalid del capitalismo”. En este
espacio Colombia no ha sido indiferente a las pretensiones norteamericanas, que
ante el temor de una “nueva cuba”, la ha visto como terreno fértil para iniciar
su influencia de manera multilateral en los ideales capitalistas, especialmente
en el agro y la educación, con propósitos en toda la región latinoamericana, con la famosa “alianza para el progreso”.
En
cierta forma estas coyunturas han direccionado el desarrollo de estas naciones,
embelesados en las bondades capitalistas, han emergido de un contexto rural a
uno progresivamente urbano y al mismo tiempo de una población mayoritariamente
analfabeta a unas campañas generales que cambió de gran manera esta situación.
Todo esto con la concientización de la educación como componente fundamental en
la producción de riqueza. Al tiempo del desarrollo educativo con una población
más educada, aunque, también alienada,
se fueron presentando “las sistematizaciones
de experiencias”. En la décadas de
los 50 a los 60 la influencia norteamericana
pregonaba el método aséptico y el térmico “sistematización” se centraría en “recuperar, ordenar, precisar y
clasificar el saber al servicio social para darle un carácter científico-
técnico” y luego, padeció la influencia
directa de los norteamericanos con la comentada “alianza para el progreso”.
Posteriormente en los 60 se presenta la educación popular con el nombre inicial
de “la pedagogía de la liberación” donde “el término “sistematización” acompañó ese recorrido hasta nuestros días” y
Freire en los 70 fue referenciado por los educadores por sus labores
articulados con los programas sociales y políticos con la educación. En los
ochentas y noventas se evidenciaron múltiples experiencias educativas a largo
plazo en toda la zona, al igual comienza el interés por conocer, analizar, caracterizar, y
debatir todas estas experiencias.
Como
es de suponerse en un comienzo los fenómenos estaban influenciados por “los
ideales positivos” propios de la modelación norteamericana que seguían en boga,
incluso en los modelos educativos, situación que limitaba el estudio
concienzudo de los fenómenos, por tanto había una investigación de las
experiencias pero de una manera “reducida”, que implicaba una mirada desde un
punto externo con la intención de no inmiscuirse en los procesos, para, según
sus lógicas, no alterar la investigación o no contaminarla. “La sistematización” tiene otra lógica
en su investigación, y lejos de la no participación de los sujetos, hay una
intencionalidad diferente como integrante directo de los procesos, con el fin
de interpretar de primera mano los resultados que se generan, así, consiguiendo
con la sistematización una participación crítica que generan nuevos
conocimientos y al mismo tiempo con la descripción de los procesos,
apropiándose de los saberes.
En
la historia de la humanidad, “el conocimiento” ha servido como elemento
coercitivo en “las relaciones de poder”, que han provocado los acostumbrados
monopolios de las multinacionales
dejando a los países subdesarrollados en su condición de pobreza. La
sistematización como inspiración de los mismos procesos sociales, con la manifestación de múltiples miradas,
democratiza el conocimiento, en lugar de reducirlo a unas pocas manos evitando
el reduccionismo que tanto daño ha ocasionado.
Siendo
conscientes de la importancia de la
sistematización como proyecto de desarrollo, las comunidades se apropiarían
de sus conocimientos al hacerlos explícitos con el apoyo de sus pares,
organizando los procesos que han logrado edificar en el tiempo, prestándose a
las múltiples miradas de los interesados que al mismo tiempo aprovecharían para
optimizar sus procesos. En este caso los procesos deben mantener una mirada
reflexiva y crítica desde diferentes perspectivas y reconocer las diferentes
visiones de mundo para no caer en el error egoísta y discriminatorio con que el “criterio positivista” manipuló el
conocimiento como medio represivo en la historia. Respecto a las experiencias
de los docentes en el aula que se van acumulando exitosamente, como “experiencias
pedagógicas” deben organizarse y sistematizarse, y así mismo los docentes deben
recurrir y leer las experiencias de sus
pares, con el fin de ir mejorando sus competencias en el aula, responsabilidad
que todo docente debe tener presente.
BIBLIOGRAFIA
·
DE SOUZA, Joao Francisco. La Sistematización,
un instrumento pedagógico en los proyectos de desarrollo sustentable.
·
HOLLIDAY, Oscar Jara. La sistematización de
experiencias: Un concepto enraizado en la realidad latinoamericana.
·
HOLLIDAY, Oscar Jara. La sistematización y
los nuevos paradigmas del conocimiento y el saber.